Modificar el comportamiento mediante reforzadores es una estrategia central en el análisis conductual. Implica identificar, implementar y ajustar las consecuencias que siguen a una conducta para aumentar o disminuir su probabilidad de ocurrencia. A continuación, exploraremos el proceso paso a paso, con ejemplos detallados para cada componente.
1. Comprender el concepto de reforzador
Un reforzador es cualquier evento, objeto o condición que, al seguir a una conducta, aumenta la probabilidad de que esa conducta se repita. Hay dos tipos principales:
- Refuerzo positivo: Se introduce un estímulo agradable después de la conducta (ejemplo: dar un dulce a un niño que completa su tarea).
- Refuerzo negativo: Se elimina un estímulo aversivo tras la conducta (ejemplo: apagar un ruido molesto cuando alguien presiona un botón).
2. Identificar el reforzador que mantiene el comportamiento actual
Cada comportamiento persiste porque está siendo reforzado de alguna manera. Antes de modificar una conducta, es crucial identificar qué reforzador está en juego.
Ejemplo práctico:
Un niño interrumpe constantemente en clase. Al observar, descubrimos que cuando interrumpe, recibe atención del maestro. En este caso, la atención del maestro es el reforzador positivo que mantiene la conducta.
3. Alterar las contingencias de refuerzo
Una vez identificado el reforzador, podemos intervenir de varias maneras:
a) Introducir reforzadores para conductas deseadas
Diseñamos un sistema en el que las conductas apropiadas sean reforzadas inmediatamente.
- Ejemplo: El niño que interrumpe puede ser reforzado con elogios cada vez que levanta la mano en lugar de interrumpir.
b) Eliminar el reforzador de conductas indeseadas (extinción)
Si el comportamiento no deseado deja de producir un reforzador, eventualmente disminuirá.
- Ejemplo: Si el maestro ignora las interrupciones del niño, dejando de reforzar la conducta con atención, esta debería reducirse con el tiempo.
c) Reforzar diferencialmente (DR)
Es una técnica poderosa que implica reforzar una conducta alternativa o incompatible con la indeseada.
- Ejemplo: Reforzar al niño por mantenerse en silencio mientras otros hablan en lugar de interrumpir.
4. Diseñar un programa de reforzamiento
El refuerzo no tiene que ser constante; puede administrarse según un programa específico:
a) Refuerzo continuo:
Se refuerza cada vez que ocurre la conducta deseada. Es útil durante el aprendizaje inicial.
- Ejemplo: Dar un premio cada vez que un estudiante resuelve un problema correctamente.
b) Refuerzo intermitente:
Se refuerza solo algunas veces. Esto hace que la conducta sea más resistente a la extinción. Hay dos variantes:
- Por razón: Basado en la cantidad de respuestas.
Ejemplo: Un niño recibe un refuerzo después de responder correctamente cinco veces. - Por intervalo: Basado en el tiempo transcurrido.
Ejemplo: Se refuerza al estudiante cada 15 minutos si sigue trabajando.
5. Usar reforzadores naturales y socialmente aceptables
Los reforzadores artificiales (premios, puntos, fichas) son útiles al principio, pero el objetivo es que la conducta sea sostenida por reforzadores naturales (elogios, éxito, satisfacción personal).
Ejemplo:
- En un programa de lectura, inicialmente se da un premio por cada libro leído. Con el tiempo, la satisfacción de comprender y disfrutar los libros se convierte en el reforzador natural.
6. Moldeamiento (shaping)
Cuando la conducta deseada es compleja o no ocurre de forma natural, se utiliza el moldeamiento. Esto implica reforzar aproximaciones sucesivas hacia la conducta objetivo.
Ejemplo:
Si queremos enseñar a un niño con autismo a pronunciar palabras, primero reforzamos sonidos similares, luego sílabas y finalmente la palabra completa.
7. Monitoreo y ajustes
El análisis continuo del progreso es esencial. Si una intervención no funciona, es posible que:
- El reforzador no sea suficientemente motivador.
- La conducta no esté siendo reforzada de forma consistente.
- Otros reforzadores estén interfiriendo.
Ejemplo integral: Modificar el comportamiento de estudio
- Identificar reforzadores actuales:
El estudiante prefiere jugar videojuegos en lugar de estudiar porque obtiene diversión inmediata (refuerzo positivo). - Introducir reforzadores nuevos:
Crear un sistema en el que estudiar durante 30 minutos permita acceder a 10 minutos de videojuegos. - Programar el refuerzo:
Usar refuerzo continuo al inicio, luego cambiar a un programa intermitente para consolidar el hábito. - Reforzadores naturales:
A medida que el estudiante mejora sus calificaciones y recibe elogios de sus padres y maestros, esos reforzadores sociales reemplazan los videojuegos. - Evaluar y ajustar:
Si el estudiante pierde interés, se introduce un nuevo reforzador, como privilegios adicionales.
Reflexión final
Modificar la conducta mediante reforzadores no es simplemente dar premios o quitar consecuencias negativas. Es un proceso científico y sistemático que requiere identificar cuidadosamente qué mantiene un comportamiento, planificar el cambio, implementar estrategias y adaptarlas según sea necesario. Además, el éxito depende de aplicar refuerzos consistentes, específicos y significativos para el individuo.