Desde una perspectiva conductista radical se podría argumentar que la consciencia es una construcción compleja formada por el entramado de todas las contingencias a las que un individuo ha estado expuesto a lo largo de su vida, incluyendo las contingencias actuales que moldean su conducta en el presente.
La Consciencia Como Producto del Aprendizaje
En este marco, la consciencia no es una entidad independiente o misteriosa que existe «dentro» de la persona, sino una serie de procesos conductuales encubiertos y manifiestos que están organizados por contingencias ambientales. Esto incluye:
- Las contingencias históricas: Todo el historial de refuerzos y castigos que ha moldeado las respuestas del individuo.
- Las contingencias actuales: Las relaciones entre estímulos y consecuencias que operan en el momento presente.
¿Cómo se Relaciona Esto con la Consciencia?
- Consciencia como autoconocimiento:
Ser «consciente» implica ser capaz de discriminar los propios pensamientos, emociones y acciones. Esta capacidad es aprendida y está sujeta a contingencias sociales.- Ejemplo: Si alguien crece en un ambiente donde se refuerza la reflexión sobre sus propios sentimientos, es más probable que desarrolle una «consciencia emocional».
- La introspección como conducta:
Pensar sobre lo que pensamos o sentimos es una conducta encubierta que, al igual que las conductas manifiestas, está condicionada por el entorno. - Consciencia como control por estímulos múltiples:
La consciencia puede entenderse como la capacidad de responder simultáneamente a múltiples estímulos, algunos internos (como pensamientos o sensaciones) y otros externos.
La Consciencia y el Entrelazamiento de Contingencias
Si la consciencia es el resultado del entramado de contingencias, entonces:
- Es dinámica: Cambia continuamente a medida que las contingencias del entorno se transforman.
- Es funcional: Surge en contextos donde discriminar ciertos estímulos (internos o externos) tiene valor adaptativo.
- Es moldeada socialmente: Gran parte de lo que llamamos «consciencia» depende de normas culturales, refuerzos sociales y lenguaje.
Ejemplo: La Consciencia de una Decisión
Cuando una persona reflexiona sobre una decisión («¿Por qué hice esto?»), lo que realmente ocurre es:
- Responde a estímulos encubiertos (pensamientos) y manifiestos (acciones pasadas).
- Estas respuestas están controladas por contingencias actuales, como las preguntas de otra persona o las consecuencias anticipadas de tomar cierta acción.
- Todo este proceso refleja la interacción compleja de contingencias pasadas y presentes.
¿Es la Consciencia Solo el Entramado de Contingencias?
Desde esta perspectiva, sí, pero con matices:
- La consciencia es una conducta compleja, no algo «mágico» o separado del ambiente.
- Es una herramienta adaptativa que emerge de la interacción entre el organismo y su entorno.
- Aunque parece algo «interno», es observable indirectamente a través de conductas encubiertas, lenguaje y respuestas manifiestas.
Conclusión
Se puede decir que la consciencia es la suma funcional de todas las contingencias que moldean a un individuo, tanto históricas como actuales. Es un producto dinámico de las interacciones entre el organismo y su entorno, continuamente moldeado por refuerzos, castigos y estímulos discriminativos.
Desde este punto de vista, la consciencia no es más que otra forma de conducta, solo que más compleja y vinculada a las capacidades simbólicas y sociales del ser humano.